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25 julio, 2012 / Noógrafo

[Iruña Gerrak Gelditu] Los apologistas de Assad. El síndrome del avestruz

De Iruña Gerrak Gelditu (Grupos de Iruña contra las Guerras). Publicado el 25 de julio de 2012.

El debate en torno a Siria ha caído muy bajo entre quienes se auto identifican izquierdistas y antiimperialistas. Ya es hora de que la discusión se aleje de los ataques personales y se centre más bien, en presentar argumentos concretos y en desarrollar posiciones políticas nítidas.

Ensayo: Los apologistas de Assad. El síndrome del avestruzEl debate en torno a Siria ha caído muy bajo entre quienes se auto identifican izquierdistas y antiimperialistas. Ya es hora de que la discusión se aleje de los ataques personales y se centre más bien, en presentar argumentos concretos y en desarrollar posiciones políticas nítidas. Ningún sector ha sido más cuestionado por todos lados como el que se ha dado en llamar “la tercera vía”, integrado por los se oponen al mismo tiempo a la intervención extranjera (a la que animan las principales fuerzas de la oposición) y el régimen de Asad. Los apologistas del régimen de Asad, o los que han pasado a ser etiquetados como “primera vía” se esfuerzan por desacreditar la política de esta “tercera vía”. Este ensayo tiene por objeto refutar los argumentos de los apologistas. Con ello, esperamos no sólo exponer las falacias de la retórica de la primera vía sino también argumentar el significado y la implicación que una tercera vía puede tener realmente. Esto último es algo que aún ha de explicarse plenamente en lo que se refiere a sus principios y sus consecuencias.

En su intento de distorsionar y desacreditar a la tercera vía política, la mayoría de la primera vía identifica la esencia del régimen de Asad como anti-imperialista, cuando en realidad es ultranacionalista con un recubrimiento anti-sionista —podría incluso discutirse que sea un recubrimiento tupido. A veces, invocan la crítica de Lenin a la política de la tercera vía acompañándola con un superficial análisis de clase. Sin embargo, una analogía más adecuada sería el Movimiento de Países No Alineados de la época de la Guerra Fría. Los apologistas confunden la falta de poder político (es decir, el poder de la toma de decisiones) con una falta de posición política (es decir, un programa o plan político práctico) y, como crítica de último recurso, caricaturizan a la tercera vía.

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